ESTIMULO: Denominamos estímulo a cualquier cambio físico al cual un animal puede responder.
En nuestro caso, cualquier señal que ofrecemos al perro la consideramos un estímulo discriminativo (ofrecemos al animal la oportunidad de obtener un refuerzo) .
El perro aprende la señal o estímulo discriminativo porque la conducta que hemos asociado con ella ha obtenido algún tipo de refuerzo.
Una señal indica al animal que debe ofrecer el comportamiento para que pueda obtener un refuerzo. Por el contrario, la ausencia de dicha señal dejará claro a nuestra mascota que el refuerzo no está disponible.
Dentro de esta metodología de entrenamiento, lo que hacemos inicialmente es construir y moldear un comportamiento, para después introducir una señal, y cuya aparición le indique al aprendiz cuando debe ofrecer la conducta.
El perro ve en nuestras señales luz verde para ofrecer el comportamiento correcto y obtener de esta manera algo que le resulte reforzante.
Una vez el perro identifica la señal para un determinado comportamiento, se deberá conseguir control de estímulos.
-TRABAJANDO CON SEÑALES:
Una señal debe ser siempre una indicación muy sobresaliente de entre todos los estímulos que puedan existir en el entorno.
En la elección de nuestra señal, nos esforzamos en:
- Que pueda captar la atención del animal
- Que sea fácilmente identificable
- Que sea única y distinta de otras señales o estímulos
- Que sea siempre conveniente
*NOTA: Recordemos que no introducimos la señal hasta que el animal no tenga claro el comportamiento.
Nuestro objetivo como entrenadores pasará por conseguir que el animal desee que le ofrezcamos una señal para ejecutar la conducta correcta (sin que exista anticipación y siempre bajo su propia voluntad).
-CUANDO EL ANIMAL OFRECE CONDUCTAS EN AUSENCIA DE SEÑAL:
Uno de los problemas más comunes que nos encontramos a la hora de introducir señales a los comportamientos es la anticipación. En su afán por conseguir su reforzador primario, el animal ofrece la conducta antes de la aparición de la correspondiente señal.
Frente a la anticipación del animal y con el propósito de obtener control de estímulos, extinguimos cualquier respuesta en ausencia de señal.
Trabajar control de estímulos supondrá:
- La ausencia de refuerzo debido a la anticipación o por ofrecer respuestas incorrectas frente a la aparición de una señal conocida para el animal.
- Conseguir que nuestras señales comiencen a actuar a modo de refuerzo.
La propia señal se convierte en algo que el animal desea (le da opción a conseguir algo agradable para él).

-CONSEGUIR CONTROL DE ESTIMULOS:
Como norma general, conseguir control de estímulos con nuestro perro puede suponer algo de entrenamiento (es muy importante trabajar siempre al ritmo del animal para minimizar la frustración y mantener el interés).
Una vez vayamos consiguiendo objetivos en algunas conductas, el perro comenzará a ser capaz de generalizar. Es decir, comienza a entender que cada conducta está asociada a una señal determinada y que en ausencia de la misma no debe ofrecer el comportamiento.
El animal intentará esforzarse por discriminar de entre todas esas señales que hemos ido introduciendo en el entrenamiento y no perder la oportunidad de obtener su reforzador primario.
-NORMAS SOBRE CONTROL DE ESTIMULOS:
Para poder decir que nuestro perro identifica una determinada señal y que tenemos un control de estímulos, se deben cumplir estas cuatro normas:
- El perro ofrece el comportamiento inmediatamente después de la señal o estímulo discriminativo.
Ejemplo: Le digo al pero «Platz» e inmediatamente se echa
-
El perro NO ofrece el comportamiento si no hay señal o estímulo discriminativo (NO existe anticipación).
Ejemplo: El perro no se echa si no le ofrezco la señal «Platz».
-
El perro NO ofrece el comportamiento en respuesta a otra señal o estímulo discriminativo distinto.
Ejemplo: Le digo al perro «Sitz» y el perro NO se echa.
-
El perro NO ofrece ningún otro comportamiento en respuesta a esa señal o estímulo discriminativo.
Ejemplo: Le digo al perro «Platz» y no ofrece ningún otro comportamiento que no sea echado.
Para conseguir todo esto, vamos a trabajar los siguientes ejercicios:
- Añadir tiempo al ofrecer la señal: Enseñamos al perro a esperar a nuestra señal sin que exista anticipación por su parte.
- Discriminación de señales: El animal debe discriminar de entre todas las señales conocidas para ofrecer siempre el comportamiento correcto.
- Señales falsas: El perro aprende a rechazar cualquier señal desconocida.
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